Saturday, June 27, 2009

Olor a sal


El olor inconfundible de la sal mezclado con la humedad produce en mi cerebro un éxtasis involuntario, junto con la evocación de miles de recuerdos.

Recuerdos que habitan en lo profundo de mis subconsciente que esperan ser recordados, como cuando desempolvas un álbum de fotos y por ratos, recuerdas situaciones, momentos vividos que ya no volverán a pasar.

El invierno es la estación del año que más me gusta. El invierno con su frío y húmedo ambiente, me recuerdan épocas del colegio, de la universidad, me recuerdan largas caminatas desde mi trabajo hasta mi casa cuando necesitaba pensar.

El invierno es la estación perfecta para deprimirse. El invierno es ese momento del año en donde puedes estar triste y el día te lo permite. Lima gris, Lima nublada, ciudad de Reyes, ciudad gris.

En verdad me encanta caminar por ahí, en plena "lluvia" con el olor a sal, me recuerda esas campañas de búsquedas interminables, elfos, dragones, y por ahí una que otra doncella.

El invierno puede deprimirte, está en ti encontrarle la felicidad a los días grises.

Sólo sal a caminar, sal a caminar.

Respira

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