Monday, March 21, 2011

Estos días inciertos...

Detesto esta PC de mierda, dejé mi macbook en casa de mi mamá. Compu de mierda ahora se le acaba la batería. No hay que ser muy inteligente para comprender ciertos aspectos de las interacciones interpersonales, no hay que ser un genio científico para decifrar que tu indiferencia es la más clara señal de que esto, finalmente, se vino abajo.

Miércoles, Jueves, Viernes, Sábado, Domingo, yo sé, y puedo leer tus microgestos, puedo presentir tus respuestas, tus formas, tus miradas, tu olor, puedo sentir que ya no te nace llamarme, no te nace hablar conmigo. No quieres. No estás ahí para escucharme, y mis vanos intentos de llevar esto a un karma superior finalmente no funcionaron. Razón, motivo, circunstancia: no tengo ni la más puta idea. ¿Me duele? Te hecho de menos, como el mar a la luna, veo mi nestel y nada, ni una llamada y también ¿para qué llamarte? si no tienes ganas de verme, si me evitas, si las respuestas a las proposiciones que propongo son más un "ya pues (que chucha)" a un "me encantaría".

Te hecho de menos.

Fácil tu estás en otra ahora, para ti es fácil olvidar, me consta. A algunas personas nos cuesta un poco más. No es tan sencillo. No todos asimilamos las cosas de la misma forma. Es ahora cuando más necesito de mis amigos.
Y me reviento la cabeza con pensamientos autodestructivos que no son saludables, trato de entender que hay en mi cabeza, trato de pensar en como estás, que tal ta ha ido, que tal estuvo paris, cuantas cosas increíbles has visto, y pienso, y siento.

Siento que hay un vacío en mi pecho, un hueco que no me deja pensar, un agujero negro, que empieza a consumir, poco a poco, mi universo. Un agujero que está empezando a distorcionar mi idea de un mundo lúcido, sensato y hyruleano. Mi idea de un tu y yo que no fue más que un poco de polvo cósmico que nunca tomó cuerpo y formo un planeta, ni mucho ménos una estrella. Polvo cósmico que, con el tiempo, se fué volviendo gas, hasta que se disolvió, consumido por ese agujero que hay en mí. Ahora no hay nada, nada de nada, solo está la sensación de desamor que solía acompañarme. Una sensación a la que escapé por bastante tiempo, una sensación que detesto, odio, que quiero extirpar de mi ser, una sensación que no le deseo a nadie. Por dos años estuve tranquilo, no significa que no me hallan gustado un par de chicas, me refiero que escapé porque encerré mi corazón en un container especializado para que nadie pueda dañarlo, ni siquiera las ondas de radio.

Así, a lo Davy Johnes extirpé mi corazón para protegerlo de futuros daños y problemas cardíacos. Fue una operación exitosa, efectivamente me la pasé tranquilo por dos años. pero ahora, ¿Qué está pasando?
No tengo idea. Me pican las manos por llamarte, me quita el sueño, me duele. Me llega al pincho mi casa. Quiero largarme de acá.

A todo esto hay una sóla conclusión a la que he podido llegar en estos dias inciertos: tu eres el detonante de las reflexiones de esta mente perturbada.

No fuiste mía y yo sí fui tuyo.

1 comment:

Anonymous said...

Buena es...

Pasese http://semillaseca.blogspot.com/